«La verdadera bondad humana, con toda su pureza y libertad, puede ponerse en primer plano sólo cuando su receptor no tiene poder. El verdadero examen moral de la humanidad, su examen fundamental (que yace enterrado profundamente lejos de la vista) consiste en su actitud ante esos que están a su merced: los animales. Y en este sentido la humanidad ha sufrido una derrota. Una derrota tan fundamental que todas las demás provienen de ahí».Arco de salida del Gran Trail de Peñalara. Veintisiete de junio de dos mil quince. La semana que viene.
Milan Kundera
Miras alrededor, apoyado en una columna del pasillo, cerca de la puerta cerrada del aula a punto de abrirse. Hay una chica mordiéndose las uñas, moviendo los pies involuntariamente e inconscientemente con gestos nerviosos mientras desliza su vista rápidamente sobre unos esquemas y se aísla del mundo con unos auriculares conectados al móvil. El último repaso antes del examen. Nervios. Se trata de ocupar la mente en algo hasta el momento en que empiece la prueba. En realidad, el alivio de ocupar el tiempo apenas compensa el hecho de que cuanto más repasa, más ansiedad le genera la sensación de que no ha estudiado suficiente, de que ha olvidado todo. Ayer estuvo hasta tarde, haciendo oídos sordos a los consejos de la prudencia que recomiendan descansar los últimos días y llegar frescos al momento señalado. Cuando se fue a la cama a tomar un sueño reparador, casi a las dos de la mañana, la presión de jugárselo todo a una sola carta, la activación que produce el cansancio, la información aún semidigerida dando vueltas en su cabeza... hizo que le costara dormirse. Tiene la sensación de que el despertador ha sonado apenas ha cerrado los ojos y que su madre, siempre pendiente estos días del final del curso, la ha arrojado al mundo sin piedad, con el estómago un poco revuelto por la falta de sueño y las mariposas que en él aletean y un leve dolor de cabeza y mucho sueño que convive, perfectamente, con la adrenalina propia del examen. Tan pronto como empiece a escribir se le pasará y entrará en un estado de trance creativo que le durará hasta cinco segundos después de entregar los folios escritos a la profesora.
Todo preparado para empezar la carrera |
El momento se acerca. Los nervios te hacen temblar de excitación (¿o de miedo?). La carrera que es el gran desafío anual, de esas que nunca sabes si vas a poder acabar, está a una semana vista y tus recuerdos y sensaciones de estudiante extunante te asaltan. Llega el momento de recoger los resultados del esfuerzo o de pagar por los errores cometidos. De asumir, como se debe hacer siempre antes de un examen, que tienes que hacer lo que buenamente puedas con lo que llevas.
Qué gusto da aprobar |
Pero ahora, toca intentarlo, toca ir a recoger la cosecha.
"Nadie educa a nadie —nadie se educa a si mismo—, los hombres se educan entre si con la mediación del mundo.".
Paulo Freire, Pedagogia do oprimido
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