lunes, 30 de junio de 2014

Gran Trail de Peñalara, GT60K (Primera parte): La voluntad


Casi unánimemente se acepta que la "buena voluntad" es el cimiento de una conducta ética. Es decir, que hacer las cosas con buenas intenciones es lo que distingue al bien del mal.

El sábado en Miraflores de la Sierra tocó salir a correr el Trail Peñalara 60K que, como su nombre no indica, es una carrera de ultradistancia de sesenta y tres kilómetros y casi tres mil metros de desnivel positivo acumulado con dos tramos muy diferenciados. Una primera parte rápida y "pistera" por la que se puede ir muy cómodamente, y una segunda técnica e incluso muy técnica, con canchales, traileras pedregosas, raíces y, todo el camino, subiendo o bajando hasta llegar a Navacerrada.

Correr por Peñalara cuesta trabajo, que si cuesta p'arriba, que si cuesta p'abjo
A pesar de la idea de la buena voluntad como criterio de bondad ¿Quién actúa a sabiendas de que lo que hace está mal? ¿Quién cree que no está justificado lo que hace? Al final incluso quien actúa sintiéndose culpable, avergonzadamente o cargando con el peso de una educación que va en contra de como ha decidido actuar, puede dar motivos de por qué lo hace o lo ha hecho así. Aunque después se arrepienta. El sentimiento de culpa no distingue las malas acciones ni a las malas personas. Más bien parece que es la frialdad, el actuar sin remordimientos o desde un discurso estructurado para justificarse (religioso, psiquiátrico, psicológico, político...) que puede haber más "mala voluntad". Alguien así puede ser igual o aún peor espécimen moral que quien siente dudas y remordimientos constantemente. Puede dar forma de "necesidad lógica" a lo que decide hacer, llegando en el colmo del psicologicismo a servirle con un yo es que soy así racionalizado o intelectualizado desde el diván de Freud (o alternativas) a lo que hay que explicar desde una justificación moral. Incluso se llega a dar razones desde la necesidad histórica a las peores formas de terrorismo contra un estado legítimo o de represión política hacia las libertades por parte de dictadores y sus siempre presentes (inevitablemente) simpatizantes de mente estrecha e inteligencia desperdiciada.

El fin de semana se movilizaron infinidad de "voluntarios" para ayudar a que se realizase el Gran Trail de Peñalara y las carreras hermanas que la acompañan. La palabra voluntario tiene que ver con el concepto traído a colación de "voluntad". Las personas voluntarias no reciben una contraprestación económica por su trabajo. Regalan su fuerza de trabajo en base a una buena voluntad que, por supuesto, les suponemos.

Todo bien preparado la noche anterior, para no pasar nervios antes de la carrera.
Fueron voluntarios los que nos dieron el viernes el dorsal, el "chip" y el resto de la "bolsa del corredor" en la sede del RSEA Peñalara y los que organizaron la salida. personas que, solo por su "voluntad", sin pedir dinero a cambio, robaron horas a su descanso y a su ocio para que la carrera pudiera salir adelante.

Listos para tomar la salida. 
He pasado gran parte de mi vida siendo voluntario, sobre todo en el ámbito social. Como cuidador y acompañante de personas con discapacidad, como monitor y educador con infancia y juventud, como formador de educadores en mi escuela de animación y, últimamente, echando una mano en lo que puedo en eventos deportivos, para devolver lo que recibo de esa gente que está ahí cuando yo corro. Si una cosa me ha enseñado mi experiencia como voluntario, como formador de voluntarios y coordinador de voluntarios es que la "buena voluntad" está bien, pero no es suficiente. Hay que esforzarse, hay que saber hacer las cosas o, simplemente, preguntar cómo  se hace lo que uno no sabe o no está acostumbrado a hacer. Por eso puedo decir que este año ha habido un voluntariado ejemplar y excelente (quizá escaso) y quisiera mandarles a todos mi agradecimiento por su labor en la carrera.

Y por cierto, hablando de todo un poco y de la escasez de voluntariado en las carerras, que la cosa salga bien en una prueba así depende de que la gente que se compromete luego no deje tirada a la organización como ocurrió con muchas personas en la Madrid Segovia el año pasado, por lo que os animo desde aquí a que os apuntéis para ayudar en la carrera del 20 de septiembre y que, una vez hecho el trámite, asumáis el compromiso, porque contarán con vuestra "buena voluntad" para que otros tengan (si sois corredores) lo que habitualmente os dan quienes están pendientes en vuestra carrera. Ser voluntarios y tratar de hacerlo lo mejor posible con cada persona que pasa es una de las cosas más satisfactorias que se experimentan como corredor según un amplio consenso y del que doy fe. No lo dejéis pasar, que si es para correr todo el  mundo es una bala para apuntarse a las carreras por Internet (y cada vez más). Hacedlo aquí mismo. Yo allí estaré un año más. Y si no sois corredores, animaos también. Conoceréis el mundo de la carrera desde dentro. Un espectáculo deportivo mucho más interesante que ver un partido de fúrgol desde el palco de un estadio de primera división.

CONTINUARÁ....


2 comentarios:

  1. Me encantan tus palabras, el voluntariado es un acto de generosidad en toda regla (algo de lo tu andas sobrado), y quien no cumple, supongo que de manera superficial pensará que es "porque no le dan nada", cuando en realidad recibe mucho...claro que hablamos de emociones y están muy mal pagadas. La responsabilidad moral está mal vista, actualmente existe una conciencia haragana y se nos olvida que la solidaridad es una acción bienintencionada pero que implica un compromiso.
    Así que comparto tu post, que me parece acertadísimo.
    Esperando la segunda parte...
    Besos
    Sonia

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    1. Muchas gracias Sonia.

      Me alegro de que ta haya gustado. No sé si sabes que, etimológicamente, la solidaridad no implica ningún sesgo moral. De hecho se puede asesinar "solidariamente" y ello solamente significa que las personas implicadas actúan como una sola, asumiendo cada una la responsabilidad de lo que hacen las otras.

      Si, hacer algo sin cobrar no quiere decir que no recibas un beneficio por ello de algún tipo, y a mi me parece que la motivación de la persona voluntaria puede ser muy variopínta y toda ella legítima. Desde conocer gente cuando llegas a una ciudad nueva, formarte, experimentar, entretenerte, acompañar a alguien, ligar,... me da igual si se hace bien el trabajo y para ello hace falta el compromiso con lo que se va a hacer y directrices claras por parte de la organización. En ocasiones es necesaria formación y a veces dejar claro qué fines se persiguen, cuales son los valores y la misión de la entidad a la que das apoyo, sus criterios metodológicos. Abandonar al voluntario a su suerte o solamente pedirle que trabaje gratis para no contratar a alguien, sin tratar de incorporarle a tu proyecto, es una dejadez que muchas veces veo en el mundo de las ONGs. y por parte del voluntariado, la gratuidad de su trabajo muchos creen que implica que todo vale. Hacer poco o hacerlo mal, porque, como se hace "gratis" no se puede exigir nada. Al final es el problema por ambas partes. Se cree que lo gratis es algo sin valor y ocurre todo lo contrario. Algunas de las cosas más valiosas que puede dar y recibir una persona no tienen dinero de por medio.

      Un beso,

      Manu

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